La vida tiene sus propios tiempos, planes y procesos, perfectamente sincronizados con lo que vamos necesitando para nuestro crecimiento; que, como muy bien sabéis, no suele coincidir con lo que nosotros creemos que necesitamos.
De ahí que muchas veces no sepamos afrontar ciertos acontecimientos y nos atropellen. Esto es muy normal.
Lo preocupante es cuando queremos deshacernos de nuestras responsabilidades echando balones fuera, culpando a todo quisque de lo que nos sucede, sin caer en la cuenta de que nosotros mismo vamos generando la realidad que vivimos a medida que lo vamos necesitando para NUESTRO BIEN.
Sí, es difícil encajar las "desgracias" porque las vivimos como tal, no como oportunidades para crecer y aprender.
Es difícil?- Sí. Imposible?- No.
Durante este último año, todas hemos vivido acontecimientos más o menos duros, todas. Y todas vamos afrontando dichos episodios como vamos pudiendo, con nuestras capacidades y con esta herramienta que adquirimos ya hace un tiempo: Reiki.
Yo también he pasado por un periódo de "desierto" y me estoy recomponiendo poco a poco. No es ni peor ni mejor, es el mio, y como a cada una de vosotras, me supone un esfuerzo. Nada es comparable porque todo visto desde fuera es muy sencillo, pero dentro de la tormenta las nubes no son de algodón.
Todo esto para recordaros que no estamos solas, que aunque no hayamos tenido este año ningún encuentro aún, el grupo y la técnica sigue viva, intacta; y que este otoño retomaremos los grupos, las prácticas y con ellas sus beneficios grupales.
Gracias a todas/os por seguir en este camino de superación personal.
Feliz verano
